Tintín se halla en un crucero con destino al Extremo Oriente. A bordo, se encuentra con un extraño egiptólogo, Filemón Ciclón, quien viaja en busca de la tumba del faraón Kih-Oskh. También destacar que aparece en persona Rastapopoulos, primero a bordo del barco y más tarde rodando una película en Arabia, y los policías Hernández y Fernández con la única intención de capturar a Tintín.




Filemón invita a Tintín a que le acompañe en su búsqueda, y éste acepta. Al encontrarla, Filemón desparece misteriosamente y ya en el interior de la tumba, Tintín descubre unos misteriosos cigarros, pero es secuestrado en el momento en que iba a descubrir su secreto. Abandonado en el mar, se salva y desembarca en Arabia.

Desde allá, luego de numerosas peripecias viene a parar a la India, como invitado en la casa del Maharajá de Rawhajpurtalah. Se lanza entonces al ataque contra el tráfico del opio y desmantela la banda de traficantes, aunque no consigue apresar al supuesto jefe de la banda, quien tras secuestrar al hijo del Maharajá, cae por un precipicio. Al final, descubre que los cigarros contienen opio en su interior.

Los cigarros del Faraón empiezan a aparecer el Le petit Vingtiéme el 8 de diciembre de 1932. Era la época en que la noticia de la maldición de la tumba de Tutankamon ocupaba muchas planas de los periódicos sensacionalistas. Este tema interesó a Hergé de tal forma que años más tarde lo volvió a plantear en Las 7 bolas de cristal. . La introducción de los colores fue hecha solamente en 1955, nueve años después de El Loto Azul. Aparte de la eliminación de ciertas escenas y su colocación en las páginas modificadas, las dos versiones son bastante similares.